martes, agosto 27, 2013

Las arenas de Marte, de Arthur C. Clarke

Sigo con la CF, en un intento vano por acortar una lista infinita y divergente de obras de CF a leer. Esta vez toca una novela clásica, de la vertiente “científica” (entiéndase “posible” en sus intenciones o, al menos, con un enfoque creíble o pseudo-técnico). Al parecer una novela menor de Clarke –su primera historia larga-, según lo que se dice por Internet, pero Edhasa la acaba de publicar y había que aprovechar.

Básicamente, se cuenta la historia del primer viaje a Marte del famoso escritor de ciencia ficción Martin Gibson a bordo del crucero Ares, como su primer pasajero (al margen de la tripulación) en el vuelo inaugural. En Marte, les esperan las primeras colonias humanas del planeta de entre las que destaca Fort Lowell, la capital, que cuenta con unos 2000 habitantes. La relación de Gibson con el resto de tripulantes de la nave y los primeros colonos del planeta rojo, además de algunos descubrimientos que quedan por hacer del mismo, son las líneas argumentales que conforman la historia.

Pero esto la wikipedia ya lo sabe… Intentaré aportar algo más.


1) Aunque contiene algunas inexactitudes sobre el planeta Marte, hay que tener en cuenta que la historia data de… ¡1951! Casi veinte años antes del primer alunizaje y una década antes de que Gagarin llegara al espacio. Por lo tanto, sería injusto juzgarla por los errores e inexactitudes que contiene, por ejemplo, en cuanto a un Marte sin montañas, con una temperatura soportable para el hombre y poblada de vegetación. No deja de ser una de esas antiguas novelas de CF “pura”, que crearon la base para imaginar un mundo futuro hacia el que poco a poco, irónicamente o no, nos vamos acercando.

2) ¡Funciona como un western! -Western espacial… Nota mental-. En este caso, no se trata de la lucha del bien contra el mal, el héroe contra los malvados extorsionadores que sacan provecho de las trabajadoras gentes de bien… Pero sí en cuanto a la conquista de lo inaccesible, a la historia de los colones que intentan hacer habitable un lugar inhóspito al principio y que además, tienen que pelearse con los habitantes de la Tierra, a causa de disputas políticas sobre el control de la nueva tierra. Pienso en Deadwood.

3) El protagonista es un exitoso escritor de ciencia ficción, que gracias a eso ha sido elegido como el primer tripulante de un nuevo crucero espacial… La novela está plagada guiños a los escritores de ciencia ficción. Se auto-parodia de alguna forma, al tratar los errores que habían cometido en sus hipótesis las primeras novelas de ciencia ficción (Wells y compañía), precisamente sabiendo que algún día en el futuro, esta novela también sería tomada como parte de esa ciencia ficción clásica y antigua que cometió tontos errores a los ojos de los futuros lectores. Este juego funciona bien y, aunque otras partes de la novela se vean caducas (como las citadas suposiciones sobre Marte), precisamente gracias a ellas esa auto-parodia funciona bien. Bien jugado.


Por lo demás, el desarrollo de la historia no es mayor. Al margen de la CF, los personajes resultan un tanto simplones, el argumento tampoco es revelador e incluso alguno de los giros finales, que pretende ser sorprendente, se ve venir páginas atrás. Conclusión: entretenida, de fácil lectura, engancha. Una buena lectura de verano.

Sexo: No hay. Sospecho que Clarke no trabajó mucho la carne en sus historias.
Naves espaciales: Colonias en Marte, estaciones de amartizaje en Phobos y Deimos, lunas del planeta… ¡Vamos!

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